Los monolitos son grandes objetos monumentales que se encuentran esparcidos por todo Fralia, incluso en regiones salvajes y desérticas. Son básicamente conductores de Idan hacia el interior de Fralia, donde se lo procesa y sale el findu.
Historia[]
Los magos hace mucho tiempo descubrieron la naturaleza de los dioses y la magia en Fralia, aunque dominar sus misterios es otra historia. Gracias al descubrimiento del idan por el evento cataclísmico llamado Segundo Amanecer, en el cual aparció el plano de Sturri y el dios demente Doad a costa de la destrucción y el hundimiento del reino de Hita, hace tres mil años, los magos fueron concientes del peligro que representaba. Comenzaron a investigarlo y a experimentar cuidadosamente con él, y descubrieron que tendía a irse hacia el subsuelo de Fralia, y que, inversamente al conocido findu, se acumulaba en el cielo y se precipitaba en Fralia como una especie de lluvia.
El Consejo de Maestros creyó adivinar que el idan venía de las estrellas, y que era atrapado por la tierra. Eventualmente, conectaron el origen del findu con el idan procesado, ya que notaron muchas similaridades. Pero durante las experimentaciones también pudieron observar una singularidad formándose en manos de un poderoso hechicero tribal aliado con ellos. El hechicero, consciente de su progresivo alejamiento de la realidad, decidió suicidarse y expulsar todo el idan que iba absorbiendo hacia un monolito tribal, fusionando parte de su esencia con él.
El monolito succionó la mayor parte de su poder, y se engravó con símbolos místicos a medida que el chamán iba perdiendo el idan y su vida. Los Maestros que observaron el proceso sintieron cómo el poder era absorbido por Fralia a medida que el cuerpo del hechicero se rompía. Al poco tiempo, los cenotes de la zona estaban más cargados de findu de lo usual, y éste se había transformado ligeramente para permitir las Fórmulas que conducían el idan hacia abajo a través de monolitos de piedra.
El Consejo, consciente de esto, comenzó con la construcción de Monolitos a gran escala, ubicándolos en lugares donde el Idan se precipitaba en más cantidad. Para esto, los Maestros tienen que observar cuidadosamente las estrellas, buscando perturbaciones en su brillo y en su trayecto estelar. En los lugares donde estudian el cielo construyen hengas y otros tipos de observatorios.
Un Monolito en medio de una sabana.
