Qanyarejj es un dios de los A'Chiad, perteneciente a la religión de Arkiad. Se trata de un dios estival, cuyo período de dominancia arranca en el principio de la primavera, y a él se le dedican los famosos Fuegos de Qanyarejj.
Descripción[]
La descripción de Qanyarejj difiere de tribu a tribu, pero la mayoría lo ven de una de dos formas: como un gigantesco lagarto de fuego, o como un anciano dragón rojo con una corona ígnea, que habita en un volcán activo en el borde de Szer Neas.
Estatus divino[]
Según los sabios Stolasi, Qanyarejj es un dios natural, una potencia menor, y fundamentalmente un espíritu de fuego local muy poderoso, que gobernaría el ciclo natural estival en Szer Neas. Depende de la adoración durante la Primavera para mantener su status divino, y puede garantizar poderes y milagros a sus sacerdotes durante las épocas estivales, pero resulta poco fiable durante el invierno o fuera de Szer Neas.
Características (D&D 5e)[]
- Dominios: Luz
- Elemento: Fuego
- Alineamiento: Neutral Absoluto
- Símbolo Una llama roja.
Ética[]
Qanyarejj no tiene realmente una ética, ya que es un dios lejano e indiferente a los ruegos de sus adoradores. Muy pocos son los chamanes que claman tener poderes concedidos por Qanyarejj, y quienes lo hacen suelen tener motivos extraños. Qanyarejj solicita de sus fieles el cumplimiento de sus ritos y sacrificios, más que un comportamiento ético en particular. Quien no cumpla estos ritos puede arriesgarse a ser castigado por el dios, aún si no es un clérigo.
Los A'Chiad lo obedecen sin dudarlo, esperando que vuelva y otorgue el verano que necesitan. Los ritos de su sacerdocio son los siguientes:
- Respetar los Fuegos de Qanyarejj para propiciar el verano.
- Encender fuegos para incinerar y cremar a los muertos.
- Arrojar unas gotas de sangre a cada fuego que se enciende, y agradecer la bendición del verano.
- Propiciar sacrificios rituales una vez cada siete días. Se debe sacrificar un animal, eviscerarlo y cocinarlo al asador. La carne y las vísceras se deben consumir, pero la cabeza y los huesos se deben entregar a las llamas.
- Qanyarejj prohíbe comer carne cruda a sus sacerdotes.